¿DE QUÉ ME SIRVE EL
MARKETING?
¿Qué es eso del marketing?
Hace algún tiempo me tocó estudiar y analizar a un famoso
local de mi ciudad que se dedicaba casi exclusivamente a la venta de sándwiches.
Recuerdo que mis compañeros y yo nos acercamos a hablar con el dirigente de
este negocio (un hombre entrado en años y de apariencia simple) guiados por
cierto escepticismo. Recuerdo también que salimos del lugar sorprendidos por la
manera organizada y superadora en que se hacían las cosas en ese lugar.
La empresa había empezado como una simple tienda de sándwiches,
posiblemente guiada por un intrépido monotributista, que pocos —muy pocos— años
después poseía una confitería de tamaño considerable, dos franquicias
explotando su marca de sándwiches y una sociedad de responsabilidad limitada a
punto de ser aprobada y formalizada.
¿Y qué hizo el marketing por él? ¿Qué tuvo que ver el
marketing con todo ese crecimiento?
Nada. O mejor dicho, todo.
Cuando conocimos al dueño de este particular negocio, creo
que él no tenía ningún conocimiento técnico del marketing. Y sin embargo, créanme
que sin el marketing este intuitivo señor no habría recorrido ni la mitad de su
exitoso camino. Y no me refiero solo al jingle pegadizo que pasó por la radio
durante meses (que ciertamente fue efectivo), sino también a muchas actividades
que realizó durante años —por instinto o sabiduría— sin saber que lo que hacía
en realidad era algo llamado “marketing”.
Un nombre (naming) del negocio agradable, un logotipo
efectivo, llamativo, gama de colores congruente, un layout del local (distribución
estratégica de los elementos dentro del sitio) muy atractivo y efectivo, oferta
de productos únicos que lo diferenciaron de sus competidores, precios que
implicaban una calidad superior y que le permitieron captar el particular nicho
de individuos de clase media-alta que disfrutan de la comida chatarra, franchising
(sistema de franquicias), y una serie de actividades de caridad piadosa y
responsabilidad social que le dieron un importante alcance publicitario
gratuito en diarios y noticias locales y regionales, fueron las principales
herramientas “marketineras” que, desarrolladas por intuición quizá, hicieron
progresar a esta empresa familiar.
Naturalmente, se puede determinar que con una buena
dirección profesional de marketing hubiera incrementado este progreso, o al
menos lo hubiera alcanzado en menos tiempo. Pero es innegable que el marketing
ha estado presente en su actividad cotidiana y ha impulsado su desarrollo.
¿Qué puede hacer el marketing por tu negocio?
Mucho. Muchísimo. No importa el tamaño de tu empresa, no
importa tu actividad. Aplicada correctamente, la inversión en marketing te
llevará a un progreso seguro. Te ayudara a explotar todas las herramientas
implícitas de tu negocio. Si aplicar un poco de marketing por instinto
pudo ayudar tanto a este hombre afortunado,
imagínate lo que haría aplicarlo con conciencia.
Quise empezar el blog con esta historia personal, porque
estoy convencido de que uno aprende más de las experiencias y consejos que de
los libros. Al menos complementa muchísimo el conocimiento que puede darte una
biblioteca entera. Y quisiera que este sitio se tratara de eso, de compartirles
conocimiento sí, pero también vida y experiencia. Y además quisiera que ya que
te decidiste a gastar unos minutos de tu valioso tiempo para pasarte por aquí,
me compartas también algo de experiencia que te haya hecho aprender más sobre
este maravilloso mundo del MARKETING.
No hay comentarios:
Publicar un comentario